La Universidad del Zulia
Facultad de Ciencias Econòmicas y Sociales
Escuela de Economìa
Revista de Ciencias Sociales
SEMBLANZA BIOGRÁFICA DEL DR. GASTÓN PARRA LUZARDO
César Prieto Oberto
Maracaibo, octubre de 2011
DR. GASTÓN PARRA LUZARDO
Semblanza biográfica
César Prieto Oberto
Conocimos a Parra Luzardo en 1963 cuando iniciamos estudios en la Escuela de Economìa de Luz; èl era simplemente el bachiller Gastón; estaba a punto de egresar como economista, ya que estudiaba el último año de la carrera en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales y formaba parte de la primera promoción de economistas de LUZ. Por ese entonces incursionaba en los escenarios de la bohemia en calidad de cantante y declamador de sus propias composiciones, inclinaciones que lo llevaron a incursionar en la Secretaría de Cultura de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad del Zulia (LUZ), en 1962, cargo que alternaba con la de Preparador de la Cátedra de Economía Minera y Petrolera, y empleado de la Compañía Shell de Venezuela. Desde 1961 hasta 1963 fungió como representante estudiantil en el Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Desde ese entonces, nunca más, en su transcurrir académico y profesional dejó de incursionar en la vida pública de la región, el país y América Latina, con gran liderazgo.
Durante más de 50 años estuvo consustanciado, día tras día, con el acontecer económico, político y social de la nación; bien desde los pasillos de su universidad, bien a través de la cátedra, de la reseña periodística, el análisis estadístico o de su veintena de libros sobre economía y política petrolera e integración latinoamericana, todo lo cual le hizo acceder a oportunidades que pocos economistas venezolanos han tenido.
Hombre militante de izquierda, progresista y de convicciones ciertas e indoblegables, con sus actitudes moderadas y siempre respetuosas se ganó el aprecio y reconocimiento de sus colegas y discípulos de las cátedras que regentó desde 1964 hasta 1998; del Centro Experimental de Estudios Latinoamericanos (CEELA), el cual creó en 1984; y, posteriormente, de los compañeros del Banco Central de Venezuela (BCV) durante los 10 últimos años de su vida profesional. A nadie le regateó un saludo, su atención y orientaciones pedagógicas.
La Maracaibo que vio nacer a Gastón Parra Luzardo
Gastón Parra Luzardo nació en Maracaibo, estado Zulia, Venezuela, el 9 de diciembre de 1933, en un hogar muy humilde. Transcurría el último trienio de la dictadura de Juan Vicente Gómez y Maracaibo era una pequeña urbe lacustre de unos 90.000 habitantes que vivían del comercio de cabotaje y de una incipiente industria artesanal. Para entonces, Maracaibo contaba, entre sus edificaciones más importantes, que todavía son del aprecio de propios y extraños, pertenecientes a la arquitectura colonial, La Casa Morales, construida en el siglo XVIII junto a la plaza mayor de la ciudad (hoy plaza Bolívar) y ubicada al lado del actual Palacio de Gobierno; es la mejor muestra de arquitectura residencial colonial y hoy sede de la Academia de la Historia del estado Zulia. Fue residencia habitual de los gobernadores españoles en la ciudad y escenario de la firma del Tratado de Capitulación, después de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, en 1823. Es considerada Monumento Histórico Nacional y Monumento Municipal.
También resisten los embates del tiempo las iglesias de Santa Ana y el templo del Santo Cristo de Aranza, como ejemplos de la arquitectura religiosa de los siglos XVII y XVIII. Junto al templo de Santa Ana se encuentra el Hospital Central “Doctor Urquinaona”, una edificación del siglo XVII que fue sede del primer hospital de la ciudad, conocido como la Casa de la Beneficencia.
Por esos años, la incipiente industria petrolera construyó el edificio Las Laras (1926) y el Centro Clínico de Occidente (1929), muestra de la arquitectura anglo-holandesa de la época y que hoy siguen prestando servicios importantes a la comunidad marabina.
En las décadas de 1930 y 1940, Venezuela seguía siendo un país rural que poco a poco se convertía en urbano, aunque sus principales productos de exportación (café, cacao, plátano) ya habían sido desplazados por los hidrocarburos.
Gastón estaba por cumplir 12 años de edad cuando ocurre el golpe de Estado que derroca el gobierno del general Isaías Medina Angarita, y es de quienes participan en los convulsos comentarios que se suscitan en los pasillos del Liceo Baralt, donde recién acaba de ingresar como estudiante, siendo testigo de excepción de la personalidad singular del Dr. Jesús Enrique Lossada, entonces director de esa institución educativa. Dos años más tarde, asiste a los actos políticos donde el gran novelista Rómulo Gallegos y los doctores Gustavo Machado y Rafael Caldera presentan sus candidaturas presidenciales. El Teatro Baralt era el principal centro cultural de la ciudad, y nuestro biografiado era su consecuente y cotidiano asistente. En esos escenarios discurrió la niñez y adolescencia del joven Gastón.
En 1951, ya graduado de bachiller de la República, ingresó como empleado a la Shell Caribbean Petroleum Company, posteriormente Compañía Shell de Venezuela, donde laboró por espacio de unos 12 años en el Departamento de Contabilidad, casi hasta el momento de recibirse como Economista. Esa pasantía le permitió conocer la industria petrolera por dentro y percatarse de las manipulaciones contables de las transnacionales para ocultar las cuentas reales de éstas, con el fin de evadir el pago correcto de impuestos y otros derechos de la nación, cuestión que atacó sin desmayo desde las trincheras de sus libros, de la cátedra y de los auditorios universitarios y académicos en los que actuó, incluyendo la Asamblea Nacional, donde fue constituyente (1999).
Durante todos esos años de su juventud, y durante una buena parte de su permanencia como profesor universitario, residió en el sector Las Veritas, detrás del abasto “Loco Lindo”, popular centro de convivencia recreacional de los parroquianos maracaiberos por más de setenta años.
El 23 de enero de 1958, día de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, Gastón encabezó la marcha universitaria desde su sede en La Ciega, hasta los predios del Retén de Bella Vista, donde estaban recluidos los presos políticos del régimen, en demanda de la libertad de éstos.
Una intensa actividad política, estudiantil y gremial desarrolló durante todos los cinco años que permaneció como alumno en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de LUZ, de la cual fue estudiante fundador.
En la Universidad del Zulia se desempeñó como Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales desde 1964 hasta 1998, en las Cátedras de Economía Petrolera, Economía Venezolana, Integración Económica y Macroeconomía. En 1978 accedió a la Categoría de Profesor Titular, tan sólo a 14 años de haber iniciado su carrera docente. En 1974, a propósito de la discusión de la Ley que reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos, formó parte de la Comisión Presidencial de Reversión Petrolera, y desde ese entonces, hizo seguimiento permanente al proceso de la nacionalización petrolera.
El Centro Experimental de Estudios Latinoamericanos (CEELA)
En 1981 nace el Centro Experimental de Estudios Latinoamericanos (CEELA) como Programa adscrito al Vicerrectorado Académico de la Universidad del Zulia, dándole cumplimiento a la Carta de Guadalajara, suscrita en un congreso de economistas celebrado en República Dominicana adonde asistió cuando se desempeñaba como Vicerrector Acadèmico de LUZ. El historiador Manuel Sussarini fue el primer coordinador del Ceela en calidad de Coordinador. Este Centro de Investigaciòn era un viejo anhelo de Gastón Parra y a ello dedicó buena parte de su tiempo y sus esfuerzos hasta verlo hecho realidad. El 4 de noviembre de1984 el Programa es elevado a la Categoría de Centro Experimental y así ha permanecido a lo largo de 27 años. Gastón fue su primer Director, en una gestión que se prolongó desde su retiro del Vicerrectorado en 1984, hasta 1989, cargo que repitió –aun en contra de su voluntad- entre 1993 y 1996. La doctora Carmen Bohórquez lo sucedió en 1989 hasta 1993. El sociólogo Ítalo Oliveros fue el Director desde 1997 hasta 2002, año en que la economista Nebis Acosta fue designada por el Vicerrectorado Académico de Luz, hasta febrero de 2009, cuando una nueva administración ocupa la dirección del Centro.
Gastón Parra llevó adelante una labor digna de encomio durante sus dos períodos como Director del CEELA. Fue el artífice de una política de internacionalización del Centro, hasta el punto de que èste auspició y cobijó seminarios, simposios, congresos, diplomados, cursos, conferencias y todo tipo de actividades destinadas a promover el conocimiento de las Ciencias Económicas y Sociales, muy especialmente las relacionadas con el ámbito latinoamericano y caribeño. Fruto de su gestión fue la Revista Cuadernos Latinoamericanos, cuyo primer número salió a la luz, con un tiraje de 1.000 ejemplares, en abril de 1988, impreso en los talleres gráficos de la Editorial de la Universidad del Zulia (Ediluz). Esa Revista es conocida en todo el continente americano de habla castellana y portuguesa, en virtud de una política de canjes que adelantó con criterio progresista, lo que ha permitido alimentar permanentemente la Biblioteca del Centro, que él mismo fomentó, e hizo realidad en 1984 y cada año se renueva con la llegada de publicaciones de todo el continente.
Una ejemplar labor educativa, didáctica, pedagógica, de extensión y profundización universitaria ha cumplido el CEELA. Su fundador e inmediatos seguidores en la Direcciòn, se preocuparon porque los más destacados profesionales de las ciencias sociales lo visitaran en calidad de conferencistas y como colaboradores de la revista con artículos de los fenómenos y la problemática económica y social de América Latina y el Caribe. Es así como en la Revista han participado articulistas de la talla de Armando Córdova, Carmen Bohórquez, D.F. Maza Zavala, José Agustín Silva Michelena, Gastón Parra Luzardo, Néstor Castro Barrios, Nebis Acosta, Olga Arenas, Diego Luis Castellano, Ítalo J. Oliveros, Ángel Rafael Lombardi Boscán, Francisco Mieres, Dr. Telasco Pulgar Troconis, Joao Dos Reis Silva Jr., José Manuel Delgado Ocando, Linda Yicón y Julián Sabogal Tamayo, Todos ellos, en una primera etapa de la revista que cubrió dieciséis números hasta febrero de 1998. Posteriormente, a partir del año 2000, una nueva camada de intelectuales latinoamericanos, provenientes de prestigiosas universidades, se hizo presente en el CEELA en una encomiable labor adelantada por sus directores, el sociólogo Ítalo Oliveros y la economista Nebis Acosta quien, con precarios, emulò en buena medida la gestión del Profesor Parra Luzardo.
En una segunda etapa, que alcanza hasta el Nº 36 con un nuevo formato y donde continúan escribiendo algunos de la primera etapa, se incorporan como nuevos colaboradores de la revista: Alba Ivonne León de Labarca, Juan Carlos Morales Manzur, Yajaira Bracho, Carlos Áñez, Marisol Ansa, Róbinson Salazar Pérez, María Egilda Castellanos, Alfredo Gómez-Müller, Marcos Costa Lima, Josette Altman Borbón, Agustín Crivelli, José Briceño Ruiz, Lorena Rincón, Orlando Villalobos Finol, Gilberto Aranda, Jorge Riquelme Rivera, Leonor Velarde Páez, Nelson de Jesús Quintanilla Gómez, Emilio Borgucci, Azucena Flores, Liliana Yonué Covarrubias, Rita Giacalone, Isaías Covarrubias Marquina, Elita Rincón, Emilio Urdaneta, Elsa Petit Torres, Socorro Ramírez, Giovanni Reyes, Genyelbert Acosta Olivares y muchos más. En una tercera etapa, que se inició en 2010, se publicaron otros tres números, hasta el 39, en un formato diferente.
Los colaboradores de la I y II etapa de la Revista provienen de prestigiosas universidades venezolanas y latinoamericanas, y sus producciones son ampliamente reconocidas en el foro académico internacional. Dentro del primer grupo mencionado se congregan investigadores del Centro de Estudios del Desarrollo Económico y Social (CENDES) de la UCV, de los institutos de investigaciones de las Facultades de Ciencias Económicas y Sociales, Ciencias Políticas y Jurídicas, Humanidades y Educación de LUZ. Un rico intercambio se realizó hasta 2009 con el Centro de Estudios Fronterizos y de Integración (CEFI) de La Universidad de Los Andes, todo lo cual ha redundado en inmensos beneficios por el enriquecimiento del pensamiento económico y social que ha significado el CEELA para la comunidad universitaria nacional y latinoamericana.
Es digno de destacar que, desde 1984, hasta 2009, el CEELA se constituyó en un foro permanente del pensamiento económico y social de la Universidad del Zulia, donde confluyeron investigadores e intelectuales cuyas intervenciones en los eventos realizados alimentaron las páginas de la Revista Cuadernos Latinoamericanos. No hubo receso durante esos 25 años, durante los cuales se realizaron decenas de seminarios, simposios, cursos, conferencias y jornadas de diferente naturaleza, todas ellas con participantes provenientes de las diversas instituciones de educación superior del estado Zulia.
En 2007, el CEELA participó en un concurso sobre la “Cátedra de Integración Latinoamericana”, en el marco del Convenio “Andrés Bello”, donde participaron universidades de todos los países del Pacto Andino, en el cual resultó ganador el CEELA de un premio que era el financiamiento de la actividad principal, que resultó ser un Diplomado sobre “Integración Latinoamericana y Caribeña”, realizado en el Auditorio del Banco Central de Venezuela con la asistencia de 40 participantes, durante un período que abarcó varios meses de los años 2008 y 2009. Dentro de las actividades de esta Cátedra se realizó, además, un conjunto de seminarios, conferencias e intercambios entre universidades nacionales y de otros países latinoamericanos, destacándose la participación de los doctores Giovanni Reyes, PHD en Economía para el Desarrollo y Relaciones Internacionales de la Universidad de Pittsburgh, y certificados de post grado de Pennsylvania y Harvard. Actualmente es Director de Desarrollo y Cooperación Regional del Sistema Económico Latino Americano SELA. Tambièn vino en calidad de invitado el Dr. Gilberto Aranda Bustamante, licenciado en Historia y en Comunicación Social, además de Magíster en Estudios Internacionales, en Derechos Humanos Contemporáneos y en Estudios Sociales y Políticos Latinoamericanos.
Sí, éste es el Centro que, con su biblioteca, desveló a Gastón Parra Luzardo durante más de veinticinco años y que se convirtió en el principal nicho de sus estudios e investigaciones, cuyo fruto es su vasta producción intelectual. En verdad, la riqueza de la revista, que se alimentó con el producto de sus investigadores y colaboradores de otros institutos y universidades, y la biblioteca, permanentemente actualizada con los libros y revistas provenientes de la política de canjes, visitada asiduamente por profesores, académicos, profesionales y principalmente por estudiantes de las más diversas carreras universitarias, además de ocasional salón de clases de varias escuelas y facultades de LUZ, ha sido un motivo de orgullo para los “ceelistas”.
Gastón Parra Parlamentario
Un intelectual de la talla del Dr. Gastón Parra siempre está presto a servir a la patria en cualquiera de los escenarios de la vida pública. Es así como el profesor Parra Luzardo incursiona en el parlamento venezolano, dejando testimonio de su gestión en el Libro Informe que presentó: “La Constituyente, Renacer de una Esperanza ¿utopía?”. El Dr. D. F. Maza Zavala, su gran amigo, colega y consultor, en el prólogo del mismo, expresa, entre otras, las siguientes palabras:
Ser constituyente en este tiempo crucial de cambio es de por sí un grave compromiso de conciencia. Serlo sin experiencia parlamentaria implica un esfuerzo de incorporación y adaptación a un medio generalmente complejo, de encendida polémica, de praxis múltiple, de entretelones, sorpresas y sacudidas. Serlo con la personalidad de Gastón Parra Luzardo, economista social, profesor universitario de larga y fecunda trayectoria, estudioso infatigable de los problemas del país, especialmente los pertinentes a la actividad petrolera, con la representación más allá de lo formal de los intereses de los sectores más avanzados del país y de la propia región zuliana, es casi como una temeridad. Todo eso y más fueron la exigencia y la promesa de nuestro constituyente, que resultó ser una revelación en la vida pública centrada en el foro legislativo. Testimonio fehaciente de esa gestión, para la cual se requiere formación intelectual, pasión venezolana, valor político, lealtad a los principios y firmeza de conciencia, es el presente libro documental e histórico…”.
Entre el abanico de cuestiones planteadas por el Dr. Parra Luzardo en la Asamblea Nacional Constituyente de 1999, deben destacarse las que se inscriben en el campo de la economía y el desarrollo social, base de la organización del país en el afán de obtener las condiciones y los medios para una vida menos azarosa, menos incierta, más estable, más equilibrada y afortunada que la que padecemos en este tiempo. Insistente fue en la discusión de las bases institucionales del régimen económico-social y, particularmente, en razón de su especialidad y de su permanente preocupación, en el régimen de los hidrocarburos que define el carácter del régimen económico y social general.
Un principio histórico que defendió, sostenido en el tiempo en que Venezuela ha tenido vida independiente de inspiración bolivariana, es que los recursos mineros y de hidrocarburos contenidos en el territorio nacional y las áreas marítimas que le corresponden son de la exclusiva propiedad y del dominio de la República y, por tanto, inalienables. Otro principio, consagrado en la Ley que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos (1975), es que la actividad petrolera –y la referente a los hidrocarburos en general- constituye materia exclusiva de la administración y del control del Estado, que la puede conducir directamente o por medio de empresas de su propiedad, como Petróleos de Venezuela S. A. (Pdvsa), con sus filiales, que, en 2011, tiene 35 años de operaciones. Intereses privados vinculados al capital extranjero han pretendido –y procuran- modificar ese estatuto, que tiene ahora rango constitucional gracias –en buena medida- a la actuación parlamentaria de Gastón Parra, para incorporar la modalidad de la participación accionaria privada mediante transacciones bursátiles, o por un peregrino reparto “per cápita” entre los venezolanos, que pasarían a ser accionistas de la empresa matriz petrolera, como si el colectivo, bajo la representación institucional, no fuera de derecho propietario tanto de los recursos naturales como de los empresariales. La razón esencial del principio de la propiedad exclusiva accionaria de Pdvsa –establecida incontestablemente en la Constitución de 1999- es que la nación es una continuidad intertemporal que seguirá existiendo por generaciones y, por tanto, es indispensable asegurarles a los que vendrán la base material de su existencia.
Muchas otras cuestiones trató y defendió con vehemencia Gastón Parra en su transitar como parlamentario en la Asamblea Nacional Constituyente de 1999, todo ello recogido en la obra citada y cuya lectura recomendamos a los lectores de esta Revista.
Una semblanza de esta naturaleza no puede dejar de mencionar su frondosa trayectoria académica y profesional. A lo señalado en los primeros párrafos de este bosquejo biográfico, se agregan los Doctorados Honoris Causa, otorgados por la Universidad del Atlántico (Colombia), la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla (Colombia) y la Universidad del Zulia. Fue profesor invitado del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); de la Corporación Educativa Mayor del Desarrollo “Simón Bolívar” y de la Universidad del Atlántico, ambas en Barranquilla, Colombia. Fue Director de nuestra Escuela de Economía, Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales y Vicerrector Académico de LUZ.
A lo anterior se agregan las representaciones que ejerció en el Consejo Nacional de Universidades, en la Comisión Presidencial de la Reversión Petrolera (1974) y como Miembro del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (1976-1983), del Consejo de Economía Nacional (1992-1997) y Asesor Permanente del mismo, a partir de esa fecha; además, miembro del Consejo Asesor del Banco Central de Venezuela (1995-1999). En 1991 recibió el Premio Honor al Mérito Científico, mención Ciencias Sociales (Conicit-Fundacite).
En 2001 formó parte de la Comisión Presidencial para la elaboración de la Ley Orgánica de Hidrocarburos y en el año 2002 fue Presidente de PDVSA. Desde febrero de 2000 hasta 2005 es Primer Vicepresidente Gerente del Banco Central de Venezuela, accediendo al cargo de Presidente de esa institución ese mismo año, hasta el momento de su fallecimiento, el 14 de diciembre de 2008, a la edad de 75 años.
Presidente de la subcomisión "Del sistema fiscal, economía monetaria, hidrocarburos y minería". Coordinador de la Comisión para la elaboración de la Ley del BCV.
Miembro de la Comisión Interministerial para la Coordinación de Criterios y el Examen Conjunto de las materias relacionadas con el Régimen Fiscal de las actividades relacionadas con los hidrocarburos, 2003. Fue individuo de número, fundador de la Academia de Ciencias Económicas del Estado Zulia y candidato elegido a individuo de número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.
Su producción intelectual
Su frondosa producción intelectual, recogida en libros, revistas, folletos, artículos periodísticos, conferencias, congresos, seminarios, coloquios y, sobre todo, en la cátedra universitaria, tuvo siempre un sino, un norte, una razón de ser: la siembra de conciencia patria y la defensa de los más altos valores de la nacionalidad.
Gastón Parra Luzardo investiga en su obra “El despojo de Venezuela”: Los precios del Petróleo” (1979) los medios –en su mayoría irregulares, arteros, con frecuencia fraudulentos e inescrupulosos- de que se han valido y se valen los “barones del petróleo” para maximizar sus ganancias a expensas de la justa redistribución de los propietarios de la riqueza petrolera y de la fuerza de trabajo empleada en su extracción, procesamiento y comercialización. Es una radiografía impresionante del sistema de los monopolios en operación en el campo de mayor significación estratégica para el capitalismo contemporáneo: el negocio petrolero.
A ese respecto, el Dr. D. F. Maza Zavala expone, en el prólogo del libro, que “Los agentes directos o encubiertos de las transnacionales quieren hacer ver que tienen el monopolio de la verdad técnica y acusan a los intelectuales revolucionarios, incluso, a quienes exhiben el título de científicos sociales, de hacer literatura política sin fundamento en las pruebas objetivas”.
“Este trabajo de Gastón Parra –añade Maza Zavala- no puede ser acusado de omitir el testimonio de la realidad, ni de sustraerse al imperativo metodológico de verificar las hipótesis y ajustarlas en el proceso de búsqueda y encuentro de la verdad científica. Desde luego, no está exento de pasión, de emoción, de rebelión ante lo que descubre y denuncia; pero si lo estuviera, sería propiamente acusado de frigidez mental y de conciencia, mal que no sufre el autor, conocido y apreciado por la seriedad de su labor científica y por su inquebrantable devoción por la causa de Venezuela”.
Las 255 páginas del libro constituyen un aporte indispensable para el conocimiento de las interioridades de las relaciones entre las corporaciones petroleras y los personeros gubernamentales venezolanos, no sólo por las denuncias abiertas, sino además por las implícitas en los cuadros estadísticos demostrativos del negocio petrolero.
Algo de destacar es que este trabajo fue presentado para ascender en el escalafón del personal docente y de investigación de la Universidad del Zulia. El jurado examinador estuvo integrado por los profesores Manuel Morales Oquendo, Iris Moreno de Villasmil y Benildo Gómez Bonilla, quien discutió públicamente con el autor el trabajo y al formular su veredicto, recomendó la publicación del mismo. A ellos, el profesor Gastón reconoció sus opiniones y observaciones.
Como fue habitual en él, para la realización de este trabajo contó con la valiosa colaboración de los profesores Diego Hernández Díaz y Francisco Mieres, amigos, colegas y maestros, con sus observaciones, críticas y correcciones de estilo, agradecimiento que fue extensivo a los economistas Carlos Mendoza Potellá, Félix Doblete, Jesús Molero, Liberio Pirela, J.J.Villasmil, Adalberto Arrias y Carlos Yicón, cuyas recomendaciones sobre algunos aspectos fueron de inestimable valor.
En el prólogo de “El Desafío del Cártel Petrolero” (1981) afirma que una de las leyes económicas fundamentales para la comprensión de la dinámica histórica del capitalismo es la ineludible tendencia a la concentración y centralización del capital, por lo que, en virtud de su acción ininterrumpida y del número de empresas que controla, realmente la vida económica del sistema va reduciéndose a medida en que los peces más grandes van engullendo inexorablemente a los más pequeños. Más adelante, en una relación directa con lo anterior, expresa que la participación del cartel petrolero internacional dentro de la estructura productiva mundial, su capacidad generadora de conflictos, así como su proceso de transformación en cartel energético en la medida en que el progresivo agotamiento de las fuentes mundiales de hidrocarburos conduce a la necesidad de un nuevo sistema energético presumiblemente basado en una combinación de muchas formas viejas y nuevas de energía (solar, nuclear, geotérmica, carbón, etc.), en todas las cuales aparece –desde ya- la industria petrolera como sector dominante.
Siempre dejó constancia del apoyo y cooperación de colegas y amigos que contribuyeron a darle forma a su producción bibliográfica, y es así como deja testimonio de los aportes del Dr. Diego Hernández Díaz, su permanente consultor y maestro, con sus correcciones de estilo y con su poder creador y aporte de ideas, las orientaciones del maestro Maza Zavala, con ideas y sugerencias invalorables, al Dr. Francisco Mieres, que con su extraordinaria capacidad, al decir del Dr. Parra Luzardo, “…me prestó su valiosa cooperación…”. Y no podía dejar de agradecer el permanente y consecuente apoyo de dos de sus mejores discípulos, ahora profesores de la Escuela de Economía: sus colegas y amigos Manuel Morales y Jesús Molero.
En mayo de 1996, también en ediciones del Centro Experimental de Estudios Latinoamericanos, CEELA, Colección Pensamiento Latinoamericano, se publica “Transformación e Integración Económica en América Latina”. Allí expresa que este anhelo es un proceso complejo y de largo plazo, con serias limitaciones y dificultades, pero sin duda alguna, constituye una alternativa viable en la búsqueda del desarrollo económico, político y social para nuestros países y, por tanto, se justifica avanzar hacia el verdadero significado y contenido que realmente debe atribuírsele, para agregar que, si bien la integración ha constituido un ideal, un sueño de nuestros países, conviene darle forma práctica y concreta para robustecer e impulsar el avance de nuestras economías y, con ello, lograr que la producción y distribución de los bienes materiales y servicios satisfagan las necesidades básicas de la población y no para mantener –y menos aún- para aumentar, la desigual distribución del ingreso y la injusticia social. Y no lo dice un improvisado en el área, el Profesor Parra Luzardo realizó un curso intensivo sobre el tema en la Universidad de Buenos Aires, UBA, en 1967.
En ese entonces afirmó que la “La integración latinoamericana y el Caribe necesita de una nueva estrategia y de una auténtica política de desarrollo; debe responder a las exigencias de carácter estructural que caracterizan a nuestros países; enfrentar las relaciones de producción existentes y evitar que prevalezcan los intereses particulares a los del conjunto de nuestra América”.
En “La euforia neoliberal en Venezuela (1989 – 1993)”, editado también por el CEELA, en 1993, y que consta de siete ensayos que se proponen el examen crítico de algunas políticas públicas diseñadas y ejecutadas por Venezuela en el ámbito nacional, en el período enunciado en su título, expresa su prologuista, profesor José Moreno Colmenares, que aunque escritos y publicados en diferente ocasión, mantienen en su contenido una ilación temática de gran utilidad para quienes los lean, estudien y analicen. Los asuntos abordados en esa obra, las circunstancias históricas reseñadas y las reflexiones planteadas permiten a los lectores calibrar en su exacta dimensión el vehemente llamado de un hombre, de un ciudadano que vive su lucha con profunda convicción y honestidad.
Los primeros cuatro capítulos de “La euforia neoliberal en Venezuela (1989 – 1993)”, fueron originalmente escritos en Cuadernos Latinoamericanos, del Centro Experimental de Estudios Latinoamericanos de la Universidad del Zulia, mientras que el ensayo “Política Social” se publica por primera vez en esta obra. “La estrategia del crecimiento con orientación hacia el exterior y sus secuelas” apareció originalmente en el Nº 7 del año 1993 de la revista colombiana Desarrollo Indoamericano, editada en Barranquilla. El último ensayo: “Reflexiones sobre los resultados macroeconómicos del período 1989-1993” se elaboró para incluirlo en la compilación de la obra a que hacemos referencia. La unidad de estos ensayos, que constituyen un análisis integral de la política económica planificada y desarrollada durante el período estudiado –son las palabras del Dr. Parra Luzardo-, fue el móvil para publicarlos en un solo volumen.
El año 1995 fue propicio para una intensa actividad intelectual de Gastón Parra Luzardo. En agosto de ese año, el Centro Experimental de Estudios Latinoamericanos de LUZ edita “La Apertura Petrolera: ¿Conveniencia o Necesidad?, en el que se recogen varias interrogantes a propósito del Plan de Apertura Petrolera, elaborado por PDVSA y presentado a consideración del Congreso de la República por el Ejecutivo Nacional. La primera de ellas es si realmente conviene al país entregar, a empresas privadas internacionales, importantes yacimientos de crudo bajo el esquema de las ganancias compartidas.
Es un libro que recoge justamente uno de los debates que se adelantaron en el país para discutir acerca del mencionado tema. Y en este sentido, fue la Universidad del Zulia, a través del Centro Experimental de Estudios Latinoamericanos (CEELA), una de las instituciones nacionales en abrir una discusión abierta sobre este plan de apertura, con el fin de llegar hasta el fondo de la verdad del asunto, y lograr así cumplir con una de sus funciones doctrinarias, que no es otra que estar al servicioñ de la nación y colaborar en su orientación mediante el esclarecimiento de los problemas nacionales.
Para tales efectos, LUZ convocó la opinión de siete destacados expertos en la materia, en un ciclo de conferencias que denominó “La Apertura Petrolera: ¿Conveniencia o Necesidad?”; todo ello para que, de una manera plural y desde diferentes ángulos, expusieran sus respectivos puntos de vista. Estos calificados expertos fueron: Gastón Parra Luzardo, Francisco Mieres, Carlos Mendoza Potellá, Álvaro Silva Calderón, Alí Rodríguez Araque y el entonces Ministro de Energía y Minas, Erwin Arrieta.
¿Es acaso la Apertura Petrolera una política para permitir la presencia del capital transnacional en la planificación y desarrollo de la estrategia energética de Venezuela, para menoscabar su soberanía? En este libro los mencionados expertos ofrecen respuestas a esta inquietante pregunta.
“La apertura petrolera: conflictos y contradicciones. Metamorfosis de un proceso”, (1999), es el segundo tomo y continuación de la obra “Historia contemporánea del petróleo en Venezuela”, cuyo primer volumen fue publicado con el título “De la Nacionalización a la Apertura Petrolera, Derrumbe de una Esperanza”, cuya la primera edición data de agosto de 1995.
En el segundo tomo, cuya reflexión hacemos en estos párrafos, se pretende analizar e interpretar, con fundamento conceptual y rigor científico, lo que ha significado para Venezuela la metamorfosis de la propiedad pública en propiedad privada transnacional, vivida durante el período comprendido entre febrero de 1994 y febrero de 1999. Así lo expresa el autor en el prefacio del libro. Señala Gastón que la estrategia ejecutada por Petróleos de Venezuela S. A., impulsó el crecimiento de las actividades inherentes a la industria, cónsona con los tiempos de la llamada globalización, que impide elegir el camino propio; con ello se estimuló el refuerzo necesario hacia la apertura incondicional, con la participación creciente del sector privado transnacional en la planificación y desarrollo de la política energética venezolana, conducente hacia el proceso desnacionalizador.
Gastón hace una denuncia que no debe pasarse por alto, cuando hace referencia al hecho de que apertura petrolera y naufragio de la OPEP es una y exclusiva política petrolera que forma parte de la estrategia concebida por la élite gerencial de PDVSA, acicateada por los países imperiales, en su afán por lograr que Venezuela no continúe como miembro de la organización. Tal despropósito, afirma Parra Luzardo, que entre otros objetivos persigue el desmoronamiento de la OPEP, tendría graves incidencias para el país. En el criterio del Dr. Gastón Parra, el reto de los países de la OPEP consiste en planificar una lucha interna y externa como organización multiestatal, encaminada hacia la búsqueda del desarrollo independiente. Por eso, el desmoronamiento de la OPEP significaría un desaliento para los países sumergidos en el subdesarrollo, que perderían una clara esperanza institucional para lograr su propósito.
En 1995 publicó, en edición del Centro Experimental de Estudios Latinoamericanos (CEELA), “De la Nacionalización a la Apertura, Derrumbe de una Esperanza”, cuyo propósito es examinar y reflexionar sobre cuáles han sido las relaciones y causas que han impedido una genuina nacionalización del principal recurso natural agotable con que cuenta Venezuela; desentrañar por qué se ha permitido, de manera preponderante, absorbente y dominante, la presencia del capital transnacional en la planificación, desarrollo y aplicación de la estrategia energética del país, e investigar el porqué la actividad petrolera no ha estado orientada al servicio de la economía para impulsar la transformación del proceso económico, político y social, en beneficio de la colectividad; éste –decía Parra Luzardo- es un compromiso insoslayable que debe asumirse con la mayor responsabilidad histórica.
Ese libro, “De la Nacionalización a la Apertura, Derrumbe de una Esperanza”, escrito durante el período comprendido entre 1976 y 1994, señala el profesor Gastón, pretende reflexionar y analizar, con el mayor rigor científico posible, lo que realmente ha acontecido con la nacionalización petrolera, y cuáles han sido las causas y relaciones que han impulsado la creciente desnacionalización y sus efectos para la sociedad venezolana. Afirma que de nuevo han sido frustrados los sueños, las esperanzas y las luchas desarrolladas por muchos venezolanos, con sacrificios humanos a lo largo de la historia, por ver realizada la necesaria y legítima aspiración de rescatar soberanamente y de manera integral, nuestro principal recurso natural agotable.
Este libro, que consideramos la obra cumbre de Gastón Parra, es, más que un texto de análisis científico y de denuncia política, un testimonio documental que recoge en el Anexo, entre los variados testimonios de sus actuaciones públicas, las síntesis de las intervenciones que, como representante de LUZ, hizo en el seno de la Comisión Presidencial para la Reversión Petrolera, que aparecen en las Actas que se llevaron a efecto, al igual que parte del proceso de desnacionalización que, durante gran parte de la década de 1990, llevó adelante la clase meritocrática enquistada en la alta gerencia de Pdvsa y en el Ministerio de Energía y Minas, encabezadas por Luis Giusti y Erwin Arrieta, respectivamente. Nos permitimos insertar, en razón de su importancia histórica, para ilustración de los lectores y a título de ejemplo, fragmentos de algunas de esas intervenciones y sus protagonistas.
Acta del 30-5-1974: “En relación con las medidas precautelativas: en este punto intervinieron: Gastón Parra Luzardo, Armando Azpùrua, Aníbal Martínez, Humberto Calderón Berti, Carlos Piñerúa, Domingo F. Maza Zavala, Hugo Pérez La Salvia, Julio César Arreaza, Félix Miralles, Arturo Hernández Grisanti y Alfredo Paúl Delfino, para señalar que las áreas prioritarias para la aplicación de tales medidas serían, en principio, las de legislación, mercadeo, precios, gestiones diplomáticas, fuga de talentos, régimen impositivo, orientación, renacionalización, suministro de materiales, niveles de inventario, inversiones en el período de prenacionalización, o inventario de información tecnológica. En tal sentido, hubo consenso en cuanto a la creación de un grupo de trabajo para adelantar el estudio de las medidas precautelativas que se recomendarían al Ejecutivo Nacional.
Acta del 20/6/74: Respecto de las medidas precautelativas, Gastón Parra Luzardo agregó que considera necesario incrementar las tasas de imposición fiscal mediante un impuesto selectivo a las ganancias excesivas de las empresas petroleras (obsérvese que esta medida no es nueva y se emparenta con la de las ganancias súbitas que rige desde 2009), así como también tomar medidas adicionales de conservación para lograr una reducción selectiva de la producción. Además, indicó que la cuota de agotamiento no debe continuar siendo considerada como deducible para el impuesto sobre la renta. Por otra parte, recomendó realizar estudios comparativos en relación con el cálculo para determinar el valor de las regalías petroleras, ya que el país ha dejado de percibir ingresos sustanciales por este concepto, como fue el caso del Convenio Petrolero de 1966. Al referirse a aquellos estudios de carácter económico, técnico y financiero que la Comisión tiene en proyecto contratar, solicitó de la Comisión dar prioridad a las universidades nacionales para su ejecución, lo cual resultó aprobado.
Acta del 15/8/74: Referente a la propuesta de otorgarle el carácter de Ley Orgánica al proyecto de Ley que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos, intervinieron: D. F. Maza Zavala, Álvaro Silva Calderón, Aníbal Martínez, Reinaldo Cervini, Carlos Rafael Silva, Leonardo Montiel Ortega y Gastón Parra Luzardo, para apoyarla. En relación con el artículo Nº 1 del proyecto de Ley, Gastón Parra Luzardo propuso que se modificara el primer párrafo de la siguiente manera: “Se reserva exclusivamente al Estado, por razones de conveniencia nacional, todo lo relativo a la exploración del territorio nacional en busca de petróleo, asfalto y demás hidrocarburos; a la explotación de yacimientos de los mismos; a la manufactura o refinación, transporte por vías especiales, almacenamiento y comercialización interna e internacional de las substancias explotadas y refinadas, a las obras que su manejo requiere”.
Acta del 29/8/74: En cuanto a la posibilidad de permitir la formación de empresas mixtas, Gastón Parra L. observó que, como el artículo 2 del proyecto de Ley se refiere, en su literal b), a los llamados institutos autónomos para realizar las actividades señaladas en el artículo 1 y remite al artículo 3 de la Ley de Hidrocarburos, el cual, en su literal b), señala que a estos organismos les estará permitido “promover empresas mixtas y formar parte de ellas”, propuso que en la redacción del artículo en discusión se diga expresamente que a estos entes les estará prohibida la constitución de empresas mixtas o participar en ellas, para la realización de las actividades previstas en el artículo 1. Más adelantó manifestó que la mejor respuesta que podría darse a la campaña que han desencadenado los sectores partidarios de la nacionalización efectiva de la industria petrolera, sería convocar a una reunión extraordinaria de fin de semana para finalizar la discusión del proyecto de Ley. Ratificó su posición en contra de la constitución de empresas mixtas, por considerar que es un nuevo señuelo del capital monopolista. Observó que de las 500 corporaciones internacionales, 20 de ellas controlan alrededor del 33% de los activos, ventas y beneficios; de allí que hoy en día no importa que el capital externo tenga participación minoritaria, porque a veces sin ella controlan la actividad debido a que tienen en su poder aspectos como el comercio, tecnología y poder financiero.
Acta del 10/10/74: Gastón Parra Luzardo estuvo de acuerdo con la proposición de Reinaldo Cervini, referente al concepto de que petróleo extraído fuera de los CVP podría dar una información más adecuada. También estuvo de acuerdo con lo manifestado por Aníbal Martínez, por cuanto las cantidades involucradas podrían ser muy importantes. Consideró que, además de las deducciones correspondientes a la depreciación, amortización y agotamiento, habría que incluir la parte correspondiente a los retiros de activos, deudas a los Concejos Municipales, posibles reparos en cuanto a la retención de divisas, reparos por contaminación al lago de Maracaibo y reparos a las ganancias excesivas.
Voto salvado al acordarse el pago por indemnización
En esa misma sesión, Gastón Parra Luzardo intervino para dejar constancia de su desacuerdo con la indemnización a las empresas petroleras. Agregó que, en caso de que se acordara eliminar el término “agotamiento” del artículo 7, debería quedar claro en la Exposición de Motivos que no aparece por reconocimiento de que es un derecho del Estado y no de las empresas. Se inclinó, además, por la sustitución de los términos “depreciación, amortización y agotamiento” por la expresión “asignaciones para recuperación de capital”.
Gastón Parra Luzardo propuso que la última reunión relativa a la Ley se realizara en Maracaibo, por considerar que sería muy favorable y tendría efecto comunicacional a favor del proceso de nacionalización
Sugirió la conveniencia de otorgar cierta flexibilidad a la administración del aparato petrolero, por considerar que la redacción del artículo obligaba a los entes estatales allí mencionados a regirse por un gran número de ordenanzas y regulaciones que podrían obstaculizar su buen funcionamiento.
Las cinco intervenciones anteriores, de un total de quince que hizo en otras tantas sesiones que se realizaron en un lapso de seis meses, son una muestra palpable del espíritu que siempre animó al Dr. Gastón Parra Luzardo en su indeclinable y perseverante lucha, en defensa de los más sagrados intereses de la patria.
En octubre de 2002 salió a la luz: “La apertura petrolera, los cambios mundiales y la economía venezolana”, donde se recogen, en un solo volumen, tres ensayos: el anterior, que da nombre a este libro; “Hacia la privatización petrolera: la metamorfosis de un proceso” y “Análisis de la actividad petrolera en el lapso 1994 – 1998”. Los mismos constituyen un estudio sistemático de los alcances e incidencias que para Venezuela tiene y tendrá la llamada “Apertura petrolera”. Estos textos, señala Gastón Parra Luzardo, fueron publicados en la Revista Nueva Economía, de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, año 4, Nº 5, abril de 1995; año 6 Nº 8, abril de 1997 y año VIII, Nº 12, abril de 1999, respectivamente.
Ese mismo año, con el auspicio de la Revista del Banco Central de Venezuela, se publicó el ensayo: “Condiciones y perspectivas del crecimiento económico en Venezuela”, trabajo investigativo de 86 páginas con presentación del Dr. Asdrúbal Baptista, donde el Dr. Gastón Parra deja constancia de sus habilidades y dominio de la Ciencia Económica. Fue un encargo del Consejo Editorial de la Revista para que inaugurara el II Encuentro Nacional de Economía, celebrado en Maracaibo los días 25 y 26 de junio de 2001. Es una obra condensada donde logra pasearse por los vericuetos del pensamiento económico universal y latinoamericano, e insiste en la necesidad de formar conciencia y de abrir caminos por los senderos del equilibrio en el desarrollo social. Con abundancia de datos estadísticos y gráficos demostrativos, hace un mesurado análisis de los principales indicadores socioeconómicos del país, su deformación estructural, el grave problema del “crecimiento sin desarrollo”; que complementa con profundas reflexiones sobre el crecimiento de Venezuela y sus fuentes, haciendo una radiografía objetiva de la Venezuela de los años más recientes. En este aspecto, se vale de datos que analiza para convertirlos en una valiosa información que traduce en cuadros estadísticos y gráficos, donde explica –con su claro estilo pedagógico- el comportamiento del PIB desde el primer trimestre de 1998 hasta el año 2001.
Por considerarlo de fundamental interés para los economistas y los estudiantes de esta carrera, comentamos aquí lo que Parra Luzardo señala sobre este aspecto.
“Durante el primer trimestre de 1998, el PIB creció en 9,7 por ciento, para en el segundo trimestre, en un 2 por ciento; pero en los trimestres siguientes de ese año la tasa de crecimiento fue de -5,1 por ciento y -4,7 por ciento, para ubicarse en 8,5 por ciento en el primer trimestre de 1999, cuando, aun siendo negativa la tasa de crecimiento, se inicia una leve recuperación. Continúa el Dr. Parra su análisis para afirmar que durante el segundo semestre de 1998 prevalecieron, en la evolución del mercado petrolero internacional, factores coyunturales y estructurales que incidieron fundamentalmente en la economía nacional. La caída de los precios del petróleo venezolano en alrededor de 34 por ciento, respecto de los resultados de 1997, incidió desfavorablemente en el desenvolvimiento de la actividad económica, que se vio seriamente afectada. Ciertamente, la balanza de pagos arrojó saldos negativos y el valor de las exportaciones FOB, de bienes y servicios, disminuyó fuertemente.
De igual forma –continúa su análisis el Dr. Parra Luzardo- las finanzas públicas fueron gravemente afectadas. La caída de la relación de intercambio alcanzó 27,3% y la transferencia neta de recursos al exterior, según el informe preliminar de la Cepal, de 1998, fue de 5.700 millones de dólares. La tasa de crecimiento del PIB pasó de 6,4 por ciento, en 1997, a 0,2 por ciento en 1998; y la del PIB per cápita, para el mismo período, descendió de 4,2 por ciento a -1,8 por ciento”.
Este breve análisis lo concluye Parra Luzardo señalando “que el desenvolvimiento de la economía venezolana durante el año 1998 es otro fiel testimonio de que basta con que ocurra cualquier fluctuación en el mercado petrolero internacional, para que se cree inestabilidad y desasosiego en la sociedad venezolana. En 1999, el PIB se contrajo en 6,1 por ciento, con un retroceso generalizado en todas las actividades económicas”.
Su obra escrita
Su densa obra escrita recoge, entre otros, los siguientes títulos:
1. «La Inversión Extranjera y sus efectos para los países de atraso económico». 1973.
2. «La Nacionalización Petrolera: ¿Para quién y para qué?» LUZ, 1974.
3. «La Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia contra el Sub-desarrollo», LUZ, 1975.
4. «Economía Minera y Petrolera», LUZ, 1977.
5. «El despojo de Venezuela. Los precios del Petróleo», LUZ, 1979.
6. «La OPEP y la Economía Internacional» LUZ, 1979.
7. «El Desafío del Cartel Petrolero», LUZ, 1981.
8. «La Universidad Creativa», LUZ, 1984.
9. «La Compleja Realidad de la Economía Venezolana», 1990.
10. «La economía venezolana 1989-1993». Maracaibo: Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de LUZ, 1994.
11. «Transformación e Integración Económica en América Latina», LUZ, 1997.
12. «De la Nacionalización a la Apertura Petrolera, Derrumbe de una esperanza», 3ra edición, LUZ, 1995.
13. «La Apertura Petrolera. Conflictos y contradicciones», LUZ, 1999.
14. «Condiciones y Perspectivas del Crecimiento Económico en Venezuela», BCV 2002.
15. «La apertura petrolera, los cambios mundiales y la economía venezolana», Ediplus producción, C.A. Caracas. 2002.
16. «La Constituyente. Renacer de una esperanza ¿Utopía?», Ediplus Producción, C.A. Caracas 2002.
17. «La euforia neoliberal en Venezuela (1989-1993)». Ediciones del Centro Experimental de Estudios Latinoamericanos de LUZ, Maracaibo, 2003.
Representaciones en Venezuela y en el exterior:
* Miembro de la Comisión Presidencial para la Reversión Petrolera, Caracas (1974).
* Miembro de la Directiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (1976-1983).
* Vicepresidente del Comité Directivo de las Facultades y Escuelas de Economía de América Latina (1975-1979).
* Coordinador: Jornadas I Centenario de la Industria Petrolera de Venezuela, (1977).
El don de gentes de Gastón
En sus libros, el Dr. Gastón Parra Luzardo no dejó de reconocer el aporte y apoyo de sus colegas y amigos. En el libro “De la Nacionalización a la Apertura Petrolera, Derrumbe de una Esperanza” (1996) reconoce: “En estos últimos veinte años, durante los cuales fueron surgiendo varios de los textos que integran este libro, tuve el privilegio de contar con la valiosa ayuda y estímulo, que a través del diálogo y el intercambio de ideas, me brindaron profesores, maestros y amigos. Entre ellos: Diego Hernández Díaz, D.F. Maza Zavala, Francisco Mieres, Héctor Malavé Mata, Pedro Miguel Pareles, Armando Córdova, Diego Luis Castellanos, Pedro Esteban Mejías, Irene Rodríguez Gallad, José Consuegra Higgins, Fernando Carmona, Carlos Mendoza Potellá, Jesús Molero, Manuel Morales Oquendo, Néstor Castro Barrios, Gerónimo Tudares M., Evaristo Méndez, Olga Arenas, Nebis Acosta, Wintila Garrillo, Vinicio Díaz y Carlos Yicón, hermano y compañero de vida”.
“Debo agradecer al maestro Diego Hernández Díaz, de condición humana insuperable, sus permanentes orientaciones y consejos, plenos de sabiduría, sobre el proceso de formación y desarrollo en torno de los problemas económicos, sociales, culturales y de toda índole que han contribuido con mi formación como economista y como venezolano”.
“Es de justicia reconocer que fueron muchas las dudas que logré despejar a través del ejercicio de la docencia, porque al tratar de enseñar se aprende. Mi eterno agradecimiento a todos mis alumnos de la Escuela de Economía de la Universidad del Zulia y, en especial, a la promoción de economistas que me hizo el inmenso honor de otorgarle mi nombre”.
Su fallecimiento
Durante los últimos años de su vida, el Profesor Gastón padeció de problemas en su sistema sanguíneo, que derivaron en complicaciones de órganos internos, lo cual, a la larga, causó su deceso. Una muerte considerada prematura por quienes le conocimos de cerca. Sabíamos de su capacidad de trabajo y amor por las mejores causas de la nacionalidad. Ciudadano ejemplar; su desaparición consternó la comunidad científica nacional e internacional, muy especialmente los sectores identificados con el nacionalismo y la economía petrolera.
Su muerte acaeció el 14 de diciembre de 2008, y al día siguiente el Directorio del Banco Central de Venezuela emite un Acuerdo de Duelo, con considerandos del siguiente tenor:
1. Que el 14 de diciembre del año dos mil ocho, falleció, en esta ciudad de Caracas, el ilustre economista y honorable ciudadano Doctor Gastón Parra Luzardo, (Q.E.P.D.), quien fuera apreciado presidente del Banco Central de Venezuela y de su Directorio, y contribuyera significativamente al desarrollo y modernización de este Instituto;
2. Que Gastón Parra Luzardo fue permanente ejemplo con su conducta intachable en el ejercicio de todas las responsabilidades institucionales, académicas y políticas que asumió, siempre en servicio de los más altos intereses de la nación venezolana, de su soberanía y desarrollo equitativo e independiente;
3. Que Gastón Parra Luzardo fue un defensor del petróleo venezolano como instrumento para la liberación del pueblo; una lucha que tuvo especial reflejo en sus posiciones como destacado diputado de la Asamblea Nacional Constituyente de 1999, donde planteó la reafirmación de la propiedad estatal sobre los hidrocarburos, y en su ejercicio como presidente de Petróleos de Venezuela en 2002;
4. Que Gastón Parra Luzardo tenía la firme convicción de que el impulso sectorial de la economía real constituye factor determinante del desarrollo armónico de la economía nacional;
5. Que Gastón Parra Luzardo es autor de una valiosa obra escrita, la cual analiza con profundidad la economía petrolera venezolana, así como importantes problemas económicos y sociales del país. Como académico fue individuo de número de la Academia de Ciencias Económicas del estado Zulia y candidato elegido a individuo de número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas;
6. Que Gastón Parra Luzardo ejerció otros importantes cargos, como el de miembro del Consejo Asesor del Banco Central de Venezuela y primer vicepresidente gerente del mismo, vicerrector académico de la Universidad del Zulia, profesor universitario y miembro prominente de otras reconocidas instituciones de estudio nacionales e internacionales, y autor de importantes obras de profundo contenido, especialmente en el área económica petrolera; actividades que ejerció con sabiduría y decoro, enriqueciendo así el acervo científico-económico nacional;
7. Que Gastón Parra Luzardo, además de sus méritos intelectuales, se caracterizó siempre por su honestidad, su sentido de la amistad, su solidaridad humana, su preocupación por el bienestar colectivo y su humanismo vertido en páginas de extraordinaria poesía; y
8. Que el fallecimiento de Gastón Parra Luzardo constituye una irreparable pérdida para nuestro país,
Acordó:
1º Declarar motivo de duelo para el Banco Central de Venezuela el sensible fallecimiento del doctor Gastón Parra Luzardo.
2° Asociarse al duelo que aflige a sus familiares, especialmente a su honorable esposa, Ligia Maduro de Parra, y a sus hijos: Isabel, Ligia, Delfina, Richard, Jesús Ramón, Edgar; sus nietos: Mónica, Gastón, Valentina, Kayanny, Kebeya, Kenny, Andrés, Iván, Rita; y sus bisnietos: Camal, Kassandra.
3° Instruir al Fondo Editorial del BCV para reeditar, como legado al país, su obra escrita y publicar un libro en homenaje a su memoria.
4° Designar con su nombre uno de los salones de este Instituto, dedicados a actividades académicas y culturales.
5° Crear un premio a la investigación sobre economía petrolera venezolana con el nombre de Gastón Parra Luzardo.
6° Participar a su distinguida familia las expresiones de condolencias de este Instituto y hacerle entrega de copia del presente acuerdo, como expresión de solidaridad ante tan irreparable pérdida.
Dado, firmado y sellado en el Salón del Directorio del Banco Central de Venezuela, en Caracas, a los quince (15) días del mes de diciembre del año dos mil ocho.
Firmaron el Acuerdo los Miembros del Directorio:
Rafael Crazut, Bernardo Ferrán, José Salamat Khan, Armando León Rojas, José Félix Rivas Alvarado, Haiman El Troudi,
José Manuel Ferrer Nava